Misión: Imposible - Protocolo Fantasma (Mission: Impossible - Ghost Protocol, Estados Unidos/2011) 133´ DIR: Brad Bird. CAST: Tom Cruise, Jeremy Renner, Paula Patton, Simon Pegg, Michael Nyqvist. Léa Seydoux, Ving Rhames y Tom Wilkinson. DIST: UIP.

Viendo Misión Imposible en su cuarta entrega con la estrella aún vigente Tom Cruise, cualquiera puede soñar y creer nuevamente en la magia de Hollywood. Es el cine de entretenimiento y escapismo absoluto a gran escala, como gran espectáculo, capaz de hipnotizar y dejar exhausta a la platea con todos los recursos y mecanismos puestos en orden, comandados e interpretados con ingenio, astucia y talento. MI:4 provoca con su adrenalina y exageración las mismas sensaciones de grandes títulos del género de acción y aventuras de los últimos veinte años, convirtiéndola en un film de culto instantáneo, tal como ocurrió con las asombrosas secuelas de Misión Imposible.

El argumento una vez más sirve como vehículo para construir situaciones de suspenso e intriga que derivan en espectaculares escenas de acción. Todo está puesto en el lugar correcto, incluso los detalles, desde los hallazgos visuales hasta el bienvenido humor. Esta secuela obedece a las reglas impuestas del producto inicial, siguiendo los lineamientos y aspectos generales de MI:3 -la cual dirigió J.J.Abrams, que aquí ejerce el rol de productor-. Si bien la trama no plantea nada muy original (Kremlin, bombas atómicas, chicas asesinas, etc.) y en todo caso visto hace 30 años hasta en películas de James Bond (recordar La Espía que me Amó), el modo vertiginoso utilizado desde lo narrativo y visual se lo debe a películas de conspiraciones estilo Bourne y hasta las dos últimas entregas de Bond.
MI:4 se mantiene a flote porque se diferencia con creces de ese cine que desde hace tiempo está dejando de funcionar e interesar, donde prevalece la forma vacía y chata del videoclip por sobre la construcción clásica y eficaz.

La factura técnica, como era de suponer en este tipo de producciones, es impecable, pero eso, se sabe , no es suficiente para obtener un resultado sobresaliente. Y eso se debe principalmente al director contratado (y protegido) para la ocasión Brad Bird , que se las ingenia para comandar con astucia e inteligencia una montaña rusa de emociones fuertes donde el objetivo es cautivar al público con intrigas que derivan en memorables secuencias de acción realmente creativas, filmadas en rincones tan disímiles como Moscú, Budapest, Dubai … y finalmente quedar exhausto y no precisamente por aburrimiento. Justamente Brad Bird, ese talentoso autor del cine de la animación - recordar las pixarianas Los Increíbles y Ratatouille y esa maravilla no tan celebrada que es El Gigante Hierro-, de sobrados conocimientos en el tempo y ritmo cinematográfico, sigue demostrando que es capaz de insuflar a los personajes suficientes toques de personalidad más allá del guión y así lograr humanizarlos más allá de su exageración.


Simon Pegg (reconocido por Shaun of the Dead) regresa con su personaje humorístico para darle respiro a la trama y se agregan la atlética y sensual Paula Patton y Jeremmy Renner, recordado por la ganadora del Oscar Vivir al Límite (The Hurt Locker). El villano elegido en esta ocasión es ese pedazo de actor llamado Michael Nyqvist, el mismo de la saga sueca Millennium cuya interpretación lamentablemente se desluce en sus breves apariciones.




Las aventuras de Tintin: (The adventures of Tintin, Estados Unidos-NuevaZelanda/2011) 107’. DIR : Steven Spielberg. CAST : Jamie Bell, Andy Serkis, Daniel Craig, Simon Pegg, Nick Frost, Gad Emaleh, Toby Jones, Joe Starr, Cary Elwes. DIST : Sony Pictures.

Steven Spielberg es garantía de espectáculo desde la estampa de su firma. A pesar de contar con varios títulos crepusculares, Spielberg vuelve a su mejor estado. El mismo espíritu de los mejores títulos de su obra se encuentran aquí: la emoción, el vértigo y el espectáculo son las claves para disfrutar en todo su esplendor a Tintín, el audaz, intrépido, inteligente , aventurero y buenazo muchachín belga creado por Hergé para los comics y adaptados para el cine y la tv como dibujos animados.

La gran apuesta de llevar a la pantalla este proyecto de la mano de Spielberg fue asociarse junto a Peter Jackson y los estudios Weta Digtal para realizar el film en animación con técnicas de motion graphics, una empresa de arduo esfuerzo tecnológico que, hasta el momento había sembrado bastantes dudas y hasta cierto rechazo en la tarea de crear realismo, con títulos tan disímiles como El expreso Polar, Beowulf, Scrooge o Marte Necesita Mujeres.

Un director de la trayectoria de Spielberg -afianzada en efectos especiales de última tecnología y narración clásica motorizada por la acción y la emoción- nos entrega cuerpo y alma. Una vez más, como sucedió con el muñeco-robotizado de Tiburón o incluso con las realistas y pioneras imágenes de CGI para Jurassic Park, Spielberg aceptó el desafío de hacer trascender la tecnología al servicio de una historia narrada con fluidez, con estilo trepidante y espectacular. Aplicó el 3D al mundo del comic con captura de movimiento y logró asombrarnos.

Los fanáticos del comic, que no son pocos, quedarán más que satisfechos con el resultado conseguido en este film: mezclar astutamente dos hermosas historias de los libros de Tintín -“El cangrejo de las pinzas de oro” y “El tesoro de Rackham el Rojo”- para dotarlas de vida en el cine y a la vez respetar y ser fiel de corazón al original de Hergé. Cada secuencia se resume antológica en sí misma. Desde el inicio de los créditos hasta el final.