Transformers : El lado oscuro de la luna (Transformers: Dark of the Moon, Estados Unidos/2011). 154’ DIR: Michael Bay. CAST: Shia LaBeouf, Rosie Huntington-Whiteley, Tyrese Gibson, Josh Duhamel, Frances McDormand, Patrick Dempsey, Ken Jeong, John Turturro y John Malkovich. Distribuidora: UIP.
Vuelven los muñecos transformables en otra ruidosa , confusa y grandilocuente secuela vacía, gracias a la mano del creador del travelling de 2 segundos , el artificioso y megalómano Michael Bay. Un narrador (si le cabe la palabra) incapaz de contar una historia entendible por más estúpida que sea, evitando la fluidez de la misma en cada escena , primordiando siempre lo estridente , en sus acostumbradas producciones financiadas a gran escala. Como en la olvidable GI JOE (cuya secuela se viene), hay aquí unos muñequitos (que luego fueron dibujitos) de la firma Hasbro. Y en esta también los espectadores recibimos el mensaje netamente belicista y pro-Bush que consiste en hacer creer a los niños del mundo que América (E.E.UU.) es un país soberano y está habilitado en nombre de la libertad a combatir a sus enemigos de medio Oriente (en los 80´s le tocó en infinidad de películas a Latinoamérica. ¡Y ahora con la ayuda de los Transformers, que reciben órdenes del Ministerio de Defensa para así proclamar la guerra a favor de la libertad!
Si nos enfocamos en lo técnico , además de impecable y contar con todos los efectos visuales y digitales que el dinero pueda comprar, Transformers 3 fue filmada con el espectacular sistema 3D creado por James Cameron para Avatar (Fusion Camera System). Pese a ello, puede convertirse en una pesadilla dolorosa para la vista y la cabeza del espectador ya que sus extensos 154 minutos resultan aburridos. Esto sucede porque nada importa de sus personajes o siquiera su trama. John Turturro, Frances McDormand y John Malkovich cobran su jugoso cheque dando clases de actuación al resto del elenco.
Sin dudas el mejor hallazgo es la aparición del legendario astronauta Buzz Aldrin haciendo de él mismo. En resumen, Transformers 3 es más de lo mismo, con más explosiones, más destrucciones, CGI y presupuesto que nunca. Resulta estar a la altura de las obras que Michael Bay ha realizado en su carrera, un armatoste esquemático, torpe, repetitivo, propagandista, vacuo y aburrido. Si usted cree que esto es suficiente para asistir a una sala, con una bolsa gigante de pochoclo, disfrútela.
*( Sería injusto incluir La Roca "The Rock" que podemos definir como su film más redondo)
MEDIANOCHE EN PARÍS (Midnight in Paris, Francia, España, Estados Unidos/2011) 100’ DIR: Woody Allen. CAST: Owen Wilson, Marion Cotillard, Rachel McAdams, Léa Seydoux, Gad Elmaleh, Michael Sheen, Kathy Bates, Mimi Kennedy, Kurt Fuller, Carla Bruni, Corey Stoll, Alison Pill y Adrien Brody Distribuidora: Diamond Films.
Record absoluto para Woody Allen en Argentina. Tres películas dirigidas por él en lo que va del año. No cualquier director ostenta ese record. Probablemente tenga más que ver con caprichos de distribución y falta de salas que con una jugada pensada.
Con Medianoche en París Woody Allen construye un film romántico, melancólico y de tono casi naïf, en el que no sólo rinde tributo a París tal como sucedió en “Todos dicen te quiero”(1996) sino también a sus, llamémosle, referentes intelectuales de la creme de la creme de los años locos de la cultura francesa y americana. Nuestro protagonista -alter-ego de Woody Allen- Owen Wilson compone a un inseguro, inteligente y sensible guionista de Hollywood que desea escribir lo que quiere y no lo que le piden. En un viaje con su manipuladora y materialista fiancé (Rachel Mc Addams) y sus despectivos futuros suegros descubriremos junto a él sus irreconciliables diferencias en la pareja y sus deseos y motivaciones por escribir una novela. Mágicamente en medio de lo que será una crisis existencial, nuestro abatido y sensible artista descubrirá, en una serie de noches mágicas y surrealistas en bares, fiestas y carromatos, a personajes tan disímiles e inspiradores en su carrera y su vida como a Ernest Hemingway, Gerturde Stein , Djuna Barnes, Cole Porter, Man Ray ,Scott Fitzgerald , T.S. Elliot, Pablo Picasso, Modigliani, Braque, Jean Cocteau y hasta Dalí y Buñuel. Allí, en medio de revelaciones y de esplendor intelectual, conocerá a la que fue amante de varios pintores (Marion Cotillard) y comprenderá el significado del amor. La vuelta al mundo actual será conflictiva y cada vez más decepcionante, aunque le servirá para darse cuenta dónde está parado.
Con el cinismo habitual a que nos tiene acostumbrados en toda su obra , Allen construye filosos diálogos, ingeniosamente críticos pero a la vez sencillos y efectivos, para hablarnos de la hipocresía burguesa, la intelectualidad vacía , la soberbia y el consumismo desenfadado. Allen, con una mirada siempre amable y respetuosa, nos invita a participar de la humildad y candidez de los artistas clave de la de la Belle Epoque. Logra así hacernos partícipes de ese cambio revolucionario y cultural y además que, comparando la humildad con la soberbia, aprendamos a no malinterpretar lo que los grandes de la cultura nos han legado.
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